martes, 10 de agosto de 2010

EstoNoEsUnAdiós,SoloEsUnHastaPronto


Mi Robert guapo... que idiota has sido.
Te has ido de mi lado, aunque ya no tuvieramos contacto.
No puedo creer que ya no vaya a verte más, que tenga que decir que ya no estás, que tu vida se ha ido para siempre, que no volveré a verte hasta dentro de varios años.
Siempre te recordaré, siempre te tendré en mi corazón y siempre te pediré perdón por estos últimos años distanciados, pero no te voy a negar que siempre me he acordado de ti como mi Robert.
Solo espero que estés donde estés, tu vida ya no sea sufrimiento de ningún tipo, que donde estés hayas olvidado el mal que te han causado y el mal que te ha llevado a este extremo.
No voy a olvidar ese dibujo que me hiciste cuando era pequeña, y como me palpitaba el corazón cuando te veía.
Pronto nos reuniremos Robert, te quiero.

martes, 3 de agosto de 2010

Quiero que rompas la maldición


Olvidaré esa maldición por ti, la maldición que nos ha atormentado a tantos y a tantas, que nos ha hecho estar en vilo, con mil ojos a todo, que nos ha hecho sufrir.
Tu maldición es tu nombre, tu inicial, lo que ayuda a reconocerte y a saber quien eres. Una simple letra que la hemos odiado, que han ido cayendo uno por uno, sin tesón, hasta encontrar otra consonante o vocal que nos ha hecho felices, aunque en mi caso aun no.
Poco a poco te contaré y te explicaré todo, lo que quiero y lo que no quiero hacer contigo, pero sobre todo lo que no quiero hacer es equivocarme, quiero hacer las cosas bien.

Quiero llegar a ti.

domingo, 1 de agosto de 2010

La frontera que nos separa puede ser pequeña

Como desearía que estuvieras aquí ahora, que me vieses, que me sintieses, que me tocases. Me gustaría ver tu cara de asombro ante mi falsa vergüenza que te suelo mostrar, ya que no es vergüenza lo que contigo siento, si no miedo, el miedo que tengo es superior a cualquier otra cosa antes experimentada. Es miedo a la desilusión, al fracaso, a sentir que nunca acierto. Necesito que ahuyentes ese pavor, que con tus manos en mi cintura guíes mi vida hacia la felicidad.
Y sé que suena fácil, que sin más podemos nadar, o volar, pero es mucho más complicado que eso, incluso sin las ataduras que dices que no tienes.
Pero tiempo al tiempo, todo se verá y todo sucederá.